La utilización de menores con fines pornográficos en España: una lacra lejos de erradicarse

                                              

Las tasas más altas por cada 100.000 habitantes se sitúan en la mitad norte del país mientras que la mitad sur cuenta con las más bajas, aunque hay casos sorprendentes

                        

El uso de menores con fines pornográficos descendió en 2018 en España. Fuente: RTVE


La utilización de menores con fines pornográficos es una de las grandes lacras de nuestra sociedad ya que destruye la vida y la infancia de los niños y las niñas que las padecen. En este reportaje analizamos la evolución de este delito en las diferentes provincias de España entre los años 2018 y 2019, de acuerdo con las últimas Memorias de la Fiscalía General del Estado. Para este análisis escogeremos dos partes del proceso judicial: las diligencias previas, es decir, la solicitud de apertura de la investigación por parte del juez competente y las sentencias, que son las resoluciones por parte del juez o del tribunal que permiten dar por finalizada una contienda. 

En cuanto a las diligencias previas se refiere Pontevedra y Santa Cruz de Tenerife encabezan el número de casos con 3,39 y 2,32, respectivamente. En el caso de Pontevedra pasa de 13 a 32 casos entre los años 2018 y 2019, mientras que Tenerife pasa de 11 a 24. Dos zonas de costa que no marcan la regla general en las provincias que las siguen, dando el ranking un vuelco hacia las zonas de interior. Aquí resalta la provincia de Albacete, que pasa de 0 diligencias en 2018 a 12 en 2019, con una tasa por habitante de 3,09. En este sentido, un fenómeno extraño sucede con Galicia y Castilla La-Mancha: a las provincias mencionadas anteriormente se suman Guadalajara y Ourense, con 1,93 y 2,27 diligencias por habitante respectivamente en 2019. 

La única buena noticia es que la provincia de Ciudad Real pasa de 12 a 3 diligencias por utilización de menores con fines pornográficos.


La costa sur peninsular registra las tasas más bajas

Las provincias con menor número de diligencias previas se encuentran en Andalucía: destacan Granada, Málaga y Huelva con 0, 0.18 y 0 diligencias cada una. De cerca le siguen Badajoz, que se mantiene en 0.14 diligencias por cada 100.000 habitantes estos dos años y Alicante con 0.21, bajando ligeramente en 2019. Parece que el buen clima ahuyenta a los pedófilos.

Es muy significativo el caso de Jaén, cuya provincia cuenta con más de 600.000 habitantes y 0 casos en los dos años analizados. En la mitad norte destaca Gipuzkoa, que pasa de 0.97 diligencias en 2018 a 0.13 en 2019. 

En el lado opuesto, la Comunidad de Madrid registra el mayor incremento pasando de 81 a 111 diligencias entre 2018 y 2019.


La mayoría de las diligencias previas no terminan en sentencias

Es la principal conclusión que se extrae tras analizar los números totales en cada una de las partes del proceso analizadas. De las 340 diligencias abiertas en 2018 solo se tradujeron en sentencias 96, mientras que el año siguiente el número de diligencias aumentó hasta las 384, un 12,94%, pero se mantuvo la tendencia a la baja con solo 102 sentencias en todo el Estado.


Cómo y por qué del aumento del fenómeno

La pornografía infantil se difunde y distribuye a través diversos medios, destacando principalmente Internet. Los continuos avances que lleva aparejados Internet permiten la comunicación entre usuarios de todo el mundo y, por tanto, facilitan la distribución de material pornográfico. De acuerdo con el estudio Los delitos de corrupcion de menores y pornografía infantil de Bouyssou y Polaino Navarrete (2015) ‘’La aparición de Internet ha disparado cualitativa y cuantitativamente el fenómeno de la creación, y posterior distribución de materiales pornográficos elaborados utilizando a menores. La causa que produce tal efecto consiste en que Internet ofrece al delincuente un campo operativo mayor, resultando muy difícil detectarlo, el descubrimiento de la persona que se halla atrás de la Red’’.

Estos avances tecnológicos que se esconden detrás del aumento cada año de casos de pornografía infantil ‘’han provocado la creación de nuevas figuras delictuales – tales como el grooming, el sexting, el stalking, etc.- que la legislación se ha visto en la obligación de plasmar en la ley. La tecnología ha ido llevando a que los niños estén cada vez más expuestos a distintos tipos de abusos, primero a través de internet conectándose con desconocidos, quienes los cooptan muy de a poco, y los van llevando por distintos caminos donde ellos son la única víctima’’, añade el estudio.

La forma de actuar del pederasta es la siguiente: seducen a los menores para ganarse su confianza y, una vez la ostentan, comienzan a pedirle fotos, vídeos, etc. que atentan contra su intimidad y libertad. Muchas veces los pederastas utilizan la culpa como arma para manipular a su antojo a los menores y conseguir que accedan a sus deseos. 


Del pasado más reciente a la rabiosa actualidad: últimos casos

Entre los últimos casos que podemos encontrar en prensa y que, desgraciadamente, no paran de salir a la luz destaca la detención en Málaga de un hombre de 47 años de edad por la tenencia de más de 88.000 archivos de abusos sexuales a menores o la detención de ocho personas la provincia de Cádiz por tenencia de numerosos archivos de pornografía infantil. Estas dos noticias muestran un perfil de los pederastas que actúan tanto individualmente como en redes organizadas.

En definitiva, el uso de menores con fines pornográficos no se circunscribe a una zona geográfica concreta, ya que va variando año a año. Por desgracia, estamos ante una lacra lejos de erradicarse.




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