Los registros de manuscritos y documentos en la BNE aumentan un 8% en un año
Vallivana Álvarez y Mireia Martí. Castellón
La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha arrasado con la mayoría de sectores de actividad, desde el ocio nocturno, hasta la hostelería, pasando por la producción o las actividades culturales. Las restricciones han impedido el desarrollo de las actividades comerciales con normalidad, y el confinamiento vivido durante la primavera del 2020 lo paralizó todo a excepción de la creatividad que, por el contrario, ante la adversidad aumentó con creces. Por aquel entonces y, ante la desesperada situación, la ciudadanía desarrolló su creatividad, comenzó a generar nuevas ideas originales a lo ya conocido: recetas de cocina extraordinarias, obras de arte creativas, canciones, divertidos retos de Tik Tok, videoclips o textos reflexivos bucearon durante los meses confinamiento por internet y por la mente de toda la población.
La creatividad se desbordó y, aunque muchos de los creativos no llegaron a publicar oficialmente sus creaciones, hay quienes sí que lo hicieron y esto se ha visto reflejado en los registros de la entidad nacional que conserva todo tipo de producciones: la Biblioteca Nacional de España.
Biblioteca Nacional de España. Fte: BNE
La BNE guarda cada año ejemplares tanto de libros como de fotografías, manuscritos o grabaciones sonoras que se crean en el país con el fin de garantizar “la conservación de toda la producción editorial”. Esto ocurre porque desde julio de 2011 la Ley de depósito legal “responde a la necesidad de adaptar la recopilación del patrimonio bibliográfico -y así su conservación y difusión- a los cambios producidos en el mundo de la edición como consecuencia de las nuevas tecnologías y, especialmente, a las publicaciones en red”. Contemplando como objeto de depósito legal “todas las obras bibliográficas, sonoras, visuales, audiovisuales y digitales, producidas o editadas en España, por cualquier procedimiento de producción, edición o difusión y distribuidas en cualquier soporte, tangible o intangible”.
A diferencia de otros años, la BNE ha obtenido más registros bibliográficos de lo habitual en el 2021 en consecuencia al aumento de esta creatividad producida por la pandemia de la COVID-19. La cantidad de registros de las creaciones propias que se pueden ofrecer a la entidad nacional ha sufrido un gran aumento en comparación al año 2020, en especial en los meses en los que aconteció el estricto confinamiento: marzo y abril. Si se observan los datos, durante estos meses del año 2020, la actividad de registro fue menor que la del año 2021. No obstante, entre toda la tipología de registro hay diferenciaciones de mayor y menor aumento.
Interior Biblioteca Nacional de España. Fte: BNE
Los registros de revistas y periódicos presentan la subida más baja
El registro de revistas y periódicos es el que, con diferencia, ha sufrido un crecimiento menor. En marzo de 2020 se registraron 180.629 ejemplares, mientras que en el mismo mes del 2021, 182.283, lo que supone un aumento del 0,9%. Por su parte, en el mes de abril del 2020 se registraron 180.643 revistas y periódicos y en 2021 182.424, un 1%. Esta subida tan poco notable sigue la línea de lo esperado, teniendo en cuenta la tendencia a la baja del papel en general por las nuevas exigencias del público. Además, el virus no ha favorecido a muchas actividades que requieren presencialidad como podría ser la maquetación e impresión de las revistas y periódicos.
Aumentan de forma insignificante los registros de monografías modernas, videograbaciones, mapas y planos y libros antiguos
Con un aumento más notable -pero igualmente poco significativo- en las estadísticas que publica la BNE se puede observar que los registros de monografías modernas, libros antiguos hasta 1830, mapas y planos y videograbaciones, han sufrido un aumento de entre un 2 y un 3% en comparación con el año representado por la pandemia de la COVID-19, con el año 2020.
Mediante un análisis individual, se puede observar que, en orden de menor a mayor aumento se encuentra las monografías modernas, las videograbaciones, los mapas y planos y los libros antiguos de 1830. De marzo de 2020 (3.356.521) a marzo de 2021 (3.427.565 ), los registros de monografías han aumentado un 2,07%, mientras que de abril de un año a otro (3.361.369 en 2020 y 3.432.052 registros en 2021) un 2,05%.
Seguidamente, los registros de las videograbaciones también han aumentado de forma singular. En comparación de marzo de 2020 (136.357), en 2021 (139.405) , los registros aumentaron un 2,1% y, en el mes de abril un 2,3% con un total de 3.332 videograbaciones más que en el mes del año anterior.
Por su parte, los mapas y planos registrados en la BNE han subido un 2,28% de marzo de 2020 a marzo de 2021 y un 2,54% de abril de 2020 al de 2021.
Y, en última instancia, el registro de los libros antiguos hasta 1830 han sido los que más han aumentado dentro de este grupo de crecimiento paulatino de un año a otro. En marzo de este año se han registrado 4.624 libros más que en 2020 (un 2,36% más) y en abril 5.522 más que el año anterior, lo que supone un 2,81% de registros más.
Los registros de dibujos, grabados y fotografías aumentan un 3,5%
Los dibujos, grabados y fotografías han aumentado de 2021 a 2021 en marzo, un 3,1% y en abril, un 3,5%. En total, se han registrado 17.103 dibujos, grabados y fotografías más en marzo y 19.694 en abril de este año, lo que supone un aumento significativo. Sobre todo estos datos son consecuencia del tiempo libre y la necesidad de mantener la mente ocupada durante los meses de encierro. Analizando los datos se puede ver cómo en este sentido la pandemia ha provocado un efecto positivo en el mundo del arte y ha favorecido al proceso creativo de los artistas y, por tanto, a la creación de obras.
El mayor aumento en registros lo han tenido las grabaciones sonoras, partituras y manuscritos, y los documentos
Sin embargo, hay dos registros que destacan entre los otros nueve: las grabaciones sonoras, las partituras, y los manuscritos y documentos. Lo que demuestra que la música ha sido uno de los mayores beneficiados por la pandemia ya que ha servido para acompañar.
De marzo 2020 (403.123 registros) a marzo de 2021 (417.982), los registros de grabaciones sonoras han aumentado un 3,55% y de abril del año de la pandemia ( 403.121) a abril de este año (422.017), un 4,4%.
Por su parte, las partituras registradas en marzo de 2021 han aumentado un 3,4% en comparación con el mismo mes del año 2020. Y, por lo que respecta al mes de abril, el incremento de un año a otro ha sido aún mayor, de un 5,3% con 13.642 partituras más en la BNE.
Finalmente, los archivos que más han aumentado el número de registro han sido los manuscritos y los documentos. De marzo de 2020 a marzo de 2021, han incrementado un 6,9% los registros y, en el mes de abril, entre año y año han aumentado un 8,% -6.134 registros más- .
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