Adrián Campos: «La base principal para terminar con un caso de acoso escolar es contarlo»

Estudiante de Periodismo en la UJI y autor del libro Un pequeño gigante

En todo el mundo se producen alrededor de 200.000 suicidios al año entre jóvenes de 14 a 28 años, según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a Naciones Unidas (ONU). Según la ONU, España está entre los cinco países de Europa más afectados por el bullying.

Adrián Campos fue víctima de acoso escolar durante ocho años. Esto le llevó a escribir un libro, publicado en 2019 y que ya va por la cuarta edición. El 29 de abril de 2021, se celebró un acto virtual sobre su obra. En él, Adrián Campos relató su experiencia con todo detalle y habló de temas como la homosexualidad, las ideas de suicidio y cómo salir adelante.

El cartel de información del taller virtual gratuito celebrado el 29 de abril de 2021 con Adrián Campos. Fuente: AlumiSAUJI

Un pequeño gigante habla del acoso escolar,  tu experiencia de superación ante el bullying, la homofobia y las ideas de suicidio. Tu libro se publicó en 2019, hace dos años. ¿Cómo te sientes al contarlo de manera pública a día de hoy?

No me esperaba la repercusión que iba a tener. Una vez que lo vi publicado, fue líder de ventas durante cinco semanas seguidas en toda España, y yo realmente no estaba preparado mentalmente para toda esa repercusión a ese nivel. Es cierto que todo esto ya lo he superado, pero sigue quedando algo en mi interior que me hace recordar, que me hace ver esas imágenes negras, al fin y al cabo, es un trauma que vas arrastrando.

Por mucho que seas una persona resiliente y hayas conseguido salir de todo esto, tienes que aprender a salir. La gente ha hablado muy bien de este libro, lo ha querido mucho y hemos llegado hasta una cuarta edición donde he podido conocerme a mí mismo, he podido ver que el público reacciona bien, y sobre todo que la gente está abierta a conocer lo que es el acoso escolar. 

Fuiste víctima durante 8 años, ¿qué ayuda necesitaste para salir de ahí?

Durante estos 8 años nunca le conté a nadie que yo estaba sufriendo todo esto. Le conté a dos personas que me insultaban; a una monitora del comedor y a mi abuela, que realmente fue mi mayor confidente. Pero, tenía miedo de contarlo y que hubiera alguna repercusión negativa. Me arrepiento de no haberlo contado antes porque sé que hay muchísima gente que me hubiese ayudado en ese momento, pero no fui consciente de la magnitud que tenía el problema. 

Sufrí acoso desde segundo de primaria, y en en tercero de la ESO cogí ese valor que necesitaba, una profesora me dio alas para contárselo. 

Fue la primera persona a la que le conté que yo había sufrido algo, y ella me dijo por primera vez que todo por lo que yo había pasado se llamaba acoso escolar o bullying. A raíz de ahí ya pudimos hablarlo con diferentes psicólogas, profesores, y sobre todo con el director del instituto para poder solucionarlo, y darme las claves para concienciarme de todo esto que llevaba mucho tiempo arrastrando.

Desde el momento en el que fuiste capaz de contarlo ¿el acoso desapareció?

Sí, desapareció. Aunque, tercero de la ESO no fue un acoso escolar como tal, no lo considero así, pero realmente si lo fue porque lo psicológico si que estaba. Por suerte acabó. 
Solo que siempre estaban por ahí las miradas por ser diferente, por no entrar en una normalidad que el patriarcado nos impone. Siempre me incomodaba muchísimo, pero por suerte o por desgracia, al final cogí valentía y empecé a moverme por el instituto para que los niños se conciencien de lo que suponía.

¿Cómo actuaron los profesores frente al acoso que estabas sufriendo?

Recuerdo que mi tutora pudo hacer alguna tutoría privada conmigo y con los acosadores por separado (nunca hizo una tutoría a toda la clase). Ella sí que lo hizo bien. Pero mi tutora de primero de la ESO, al enterarse que en su clase había algún caso de acoso escolar, lo gritó a los cuatro vientos. Siendo una persona acosadora y que vayan directamente a decirte algo, al final esto lo que hizo fue incrementarlo un poco más.

Por no entrar en un poco en detalles de lo que me hicieron, todo iba a más y no sabíamos como parar esa situación. Al final, se acabó el pulso y no teníamos más remedio que cambiar de clase.

¿Cómo crees que se podría solucionar el acoso escolar en los centros educativos?

Esa es una pregunta que creo que todo el mundo deberíamos plantearnos. El acoso escolar es un tabú y no se sabe realmente cómo actuar. La base principal para terminar con un caso de acoso escolar, es contarlo. Contarlo a quien tu creas que tienes total confianza, siempre habrá un mejor amigo o mejor amiga, tus padres o un docente que crees que puede salvarte. Deberíamos quitarnos el prejuicio y atrevernos a denunciar, contarlo al director, que es la máxima autoridad y el que más puede hacer en este caso.


En sexto de primaria usé la violencia para intentar terminar con un caso así. Es algo de lo que me arrepiento muchísimo porque realmente la violencia lleva a más violencia. Lo que se debería hacer es usar el don de la palabra, el diálogo. Cuando vas a una psicóloga siempre te lo recomiendan. Te intenta guiar por ese camino para que tu cojas unas tablas y sepas hablar, dialogar, formarte en ese sentido para poder hablar con las personas que te están haciendo daño.

¿De quién es la responsabilidad?

Yo no supe lo que significaba la palabra bullying hasta tercero de la ESO. Después de ocho años nunca recibí una charla relacionada con este tema. Creo que faltan formaciones por parte de los docentes.  Es decir, si un docente ya se está formando de por sí continuamente para ampliar su rango de educación, de enseñanza, pues creo que también se les debería continuar formando con temas así, temas de acoso escolar, de prevención y aceptación del problema. Los docentes no están preparados, ni los jóvenes tampoco estamos preparados para hacerle frente a un problema así.

Por eso, intento hacer charlas desde la experiencia, e impartir consejos para intentar solucionar un problema así, o por lo menos prevenirlo, que es muy importante. Muchas veces no nos lo creemos pero podemos servir de refugio, de salvación a una persona que lo necesita. No somos conscientes del todo de que un caso de acoso escolar puede derivar muchas veces en un caso de suicidio.

En el momento que estabas recibiendo acoso, ¿habían personas alrededor que lo veían o lo escuchaban y no hacían nada?

Sí. Todo esto viene del amigo falso, las personas que están a tu lado que tu crees que son tus amigos, pero que realmente lo que hacen es mirar y no hacer nada. En mi caso, pensaba que tenía bastantes amigos y amigas, pero realmente lo único que estaban haciendo era ser cómplices, mirar lo que me estaban haciendo y nunca decir nada. Nadie hizo nada por ayudarme, y podrían haber hecho muchísimas personas. Me atrevería a decir que muchos docentes sabían de mi situación y tampoco hacían nada. Gente de la calle, padres de mis amigas, incluso algún familiar sabía que estaba pasando algo, y nadie hizo nada.

También hay un término, que es el chivato. El chivato puede ayudar a muchísimas cosas, puede ayudar a que una persona sobreviva. Esa puede hacer que todo cambie. Si todos fuésemos chivatos, a lo mejor no existiría el acoso escolar. Lo que pasa es que hacía este término existe una connotación negativa, pero es que cuando es un caso de acoso escolar, sino te chivas, acabas siendo cómplice.

Seguramente esta etapa te ha marcado mucho. ¿Cómo te describirías a día de hoy?

Haciendo referencia a toda la vida en el pasado, yo siempre he querido ser un chaval feliz, un chaval libre. Siempre he sido un chico muy reprimido, que tenía miedo a todo, que era muy inseguro consigo mismo. A día de hoy, creo que es todo lo contrario, creo que soy quien quería ser hace tiempo, que es lo importante.

Siempre entramos en lo de ser sincero, pero al final eso es lo típico. Prefiero decir que sí, que soy una persona resiliente, valiente y que ha sabido superarse de todo esto, que al fin y al cabo, es lo importante. Nunca he pretendido ser un referente de nada ni de nadie, aunque, puede ser lo sea, pero por suerte hoy si que me considero feliz, cosa que hace tiempo no podía decir.

¿Qué le dirías a una persona que es acosadora?

Creo que lo importante es ver porqué hacen acoso escolar.  Así que, no habría una palabra clave para decirle a una persona que parase de hacer esto, porque muchas veces todo esto viene desde casa, desde fuera, desde cualquier cosa. Cada caso es un mundo, por eso no sabría decirte la palabra exacta. Obviamente lo que debería decirle es que parase de hacer todo esto y que se mirase a sí mismo.

Siempre hay un planteo, ¿por qué tenía que ir yo a tomar antidepresivo, cuando realmente el que está como una cabra es el que me está haciendo la vida imposible? Quizás debería hacérselo mirar, ver su mente, apuntarse a un psicólogo, hablar con gente, contar su historia. Muchas veces son personas retraídas, que no hablan mucho, que no cuentan sus emociones, y que al final acaba desarrollándose en algo negativo.

Las personas acosadoras siguen un mismo patrón, siempre acaban haciendo lo mismo, diciendo lo mismo.

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Webinar: La experiencia de Adrián Campos y algunos consejos


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