Las desarrolladoras valencianas: un desafío de supervivencia

«El sector del videojuego ha demostrado durante el 2020 una capacidad de resiliencia como pocos sectores de nuestra economía» asegura Valeria Castro, presidenta de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV). El 7 de abril se presentaba vía streaming el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2020, un informe anual que pretende hacer una radiografía del panorama de desarrollo español. Éste se convierte así en un espejo de la situación laboral, social y económica del sector que, además, es vital para hacer una retrospectiva con el paso de los años y analizar su evolución. 


España es una potencia mundial en el sector de los videojuegos que no deja de crecer anualmente. En 2019, facturó 920 millones de euros y para 2023 se espera que llegue a los 1.700 millones de euros. «Casi el 60% de las ventas de videojuegos producidos en España son internacionales. Es decir, en España solo se consume el 44% de lo que se produce» afirma Antonio Fernández, Secretario General de la DEV.

TEJIDO EMPRESARIAL FRACTURADO
 
El conjunto de la industria a nivel nacional está en continuo crecimiento, pero el tejido empresarial es inestable y frágil. Está compuesto de muchas microempresas (de ahí su dificultad para saber con exactitud cuántas hay) y unas cuantas grandes empresas. Fernández, aseguró en una entrevista para Cadena Ser que 
 
«El 4% de las empresas productoras de videojuegos generan el 80% de la facturación total»

A nivel autonómico las empresas se asfixian. El país «cuenta con 655 estudios de los que 415 están constituidos como empresas u otras formas jurídicas», reza el informe. Una línea después añade: «A estos números hay que sumar hasta 140 empresas que no han destacado actividad alguna, lo que las coloca en una situación de riesgo de desaparición». Esto supone un 40% más que en 2019. Es decir, que hay 140 empresas de las que no se tiene información.

Esto es solo un ejemplo, pero la falta de información por parte de organismos públicos y administraciones autonómicas es peligrosa. La confección de estos informes anuales sirve de proyección para un mejor análisis de la situación de la industria del videojuego en el presente y en el futuro. «Que las cifras de la última edición del Libro Blanco español sean de 2019 no ayuda a hacerse una idea de cuál es el estado actual de la industria española del videojuego. Más todavía después de una pandemia global», critica Albert García, periodista redactor en La Vanguardia y cofundador de Eurogamer.

FALTA DE INFORMACIÓN AUTONÓMICA
 
Debido a la complejidad del tejido empresarial español es muy difícil obtener información actual a nivel nacional, pero es prácticamente imposible hacerse una idea del panorama del sector en las comunidades autónomas, como es el caso de la Comunidad Valenciana. Los últimos datos de los que se tiene constancia son de 2018, pero siendo una industria tan cambiante, es de esperar que, en el primer trimestre de 2021 y en medio de una pandemia, los datos sean muy distintos. Algo tan básico como saber el número de empresas de desarrollo activas en la Comunidad, se vuelve un quebradero de cabeza. Desde la DEV aseguran que según la información que tienen, hoy en día siguen siendo estos los estudios activos:
 

Es decir, según la asociación, siguen activas todas las empresas de la lista que ellos mismos referenciaban en el Libro Blanco del Desarrollo de Videojuegos en la Comunidad Valenciana 2019. Con respecto a la confección de un nuevo informe actualizado para este año 2021, la DEV asegura que «no puede confirmar nada».

Si atendemos a los datos del Libro Blanco del Desarrollo de Videojuegos Español de 2020, la Comunidad Valenciana posee el 10’4% total de los estudios en todo el territorio español, por detrás de Andalucía (13’7%), Madrid (24’4%) y, en primer lugar, Cataluña (27’3%). Según estos datos, en 2019 la Comunidad Valenciana daba cobijo a 68 empresas, que comparado con la lista a la que se hacía referencia en la lista anterior (74 empresas en 2018) los números no cuadran y aunque lo hicieran, no están actualizados.

Precisamente por esto, es necesario una asociación que regule y opere únicamente en la Comunidad Valenciana y sea capaz de satisfacer todas aquellas necesidades que haya que cumplir por parte de las empresas valencianas. Además, sería mucho más fácil estar en contacto con el conjunto empresarial valenciano y estar al tanto de cualquier cambio.

INICIATIVAS Y AUTOGESTIÓN
 

Pablo Navarro, CEO de RawrLab es el creador de VLCGames.com, un proyecto personal que pretende concentrar la información de relevancia y ser un punto de referencia para la industria valenciana de desarrolladores. De esta forma, facilita el acceso a información concreta del desarrollo valenciano, como charlas, eventos ayudas o nuevos juegos desarrollados en la Comunidad. Entre sus secciones ‘en desarrollo’ está la lista de estudios valencianos de autónomos o empresas y la lista de estudios valencianos sin forma jurídica. En la práctica es un medio de comunicación local único en su especie. Una iniciativa que mantiene al tejido empresarial valenciano en continuo contacto.

Las propias desarrolladoras valencianas tienden a autogestionarse para poder estar al tanto de ayudas, nuevas líneas de financiación o eventos de interés.

Tanto la DEV como la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) son asociaciones de carácter nacional que intentan velar por unos intereses comunes a toda la industria de los videojuegos, sin poder centrar su atención en las autonomías. Marco Domingo, cofundador de Catness Game Studios asegura que «El problema principal que hay en la Comunidad Valenciana es la falta de asociaciones que gestionen la financiación y las ayudas que recibimos». Por tanto, en la Comunidad Valenciana es necesaria la creación de una asociación autonómica o un ente regulador que busque paliar los problemas concretos de sus empresas como la ya existente Asociación Murciana de Desarrolladores de Videojuegos (AMUDEV) o la Asociación Canaria de Desarrollo de Videojuego (ACADEVI).

La falta de un órgano regulador autonómico no solo afecta a la falta de informes que permitan hacer una radiografía más exacta y actual de la situación del desarrollo valenciano, sino también en la gestión y administración de nuevas políticas que ayuden al sector de los videojuegos. Hay que recordar que la Comunidad Valenciana es una de las 4 potencias a nivel nacional. Domingo confiesa que actualmente hay un grupo de desarrolladores valencianos que ya planean fundar una asociación.  

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