España suspensa en educación sexual

La sociedad reclama una asignatura destinada a este campo

Fuente: Gente de la Safor

En la actualidad, los centros escolares españoles muestran una gran carencia en materia de educación sexual. Un estudio realizado por la revista Pediatría Atención Primaria, muestra como alrededor del 50 % de los adolescentes se encuentran desinformados sobre los síntomas y las formas de contagio de las infecciones de transmisión sexual (ITS), o como más del 25 % sigue conservando falsas creencias sobre la incapacidad de generar un embarazo en el período de menstruación. A través de este informe, se aprecia cómo no existe prácticamente relación entre educación sexual y  educación pública. 


La Organización Mundial de la Salud expresa que la educación sexual tiene «un papel central en la preparación de los jóvenes para una vida segura, productiva y plena en un mundo donde las ITS, los embarazos no planificados, la violencia de género y la desigualdad de género todavía representan un grave riesgo para su bienestar». La educación sexual es algo necesario en los centros educativos para que se puedan dar estas circunstancias, según expone Aitor Grimaltos Cotaina, psicólogo y sexólogo miembro del Directorio de Sexólogos Sexciencia. «Ignorar la educación sexual es dar un paso hacia atrás en la sociedad», expone Grimaltos.


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Tanto el sexólogo como Maribel Muñoz Leal, representante del Departamento de Orientación del IES Clot del Moro (Sagunt), coinciden en que lo ideal sería la implantación de una educación afectivo sexual diferenciada por niveles. «La mayoría de centros educativos realizan una charla de educación sexual a finales de la ESO. Un sexólogo explica todo lo posible en una hora y ya está denuncia Grimaltos No se le da la suficiente importancia al tema». Según este, sería necesaria la inserción de una asignatura específica sobre la educación sexual.


Desde los centros de educación primaria también defienden la evolución de los contenidos relacionados con la educación afectivo sexual en función de la edad del alumnado. Así lo explica Adrián Benet, director del CEIP Cra - Benavites - Quart de les Valls. «En los más pequeños se trata de que descubran su cuerpo y en métodos de higiene, en los más adultos se trabaja a partir de contenidos más sólidos como un libro», argumenta. Además, el director añade que existe un convenio entre la Consellería de Educación, Sanidad, Policía y Guardia Civil en el que los profesionales acuden a los colegios e imparten charlas específicas de sus campos de trabajo. De la misma forma, desde la plataforma nacional Sindicato de Estudiantes, se reclama una asignatura dedicada exclusivamente a dichos contenidos, como explica su secretaria general Coral Latorre Campos. «El objetivo de esta materia sería poder crecer y vivir desde el respeto, la diversidad y la igualdad», alega la representante. 


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Uno de los principales problemas de la sociedad respecto al tema en cuestión, según Latorre, es que la falta de información en los jóvenes conlleva la búsqueda de esta en fuentes no apropiadas: la pornografía. «Sin la educación sexual se recurre a la industria del porno. Esta da una errónea imagen del sexo, además de denigrar a la mujer y enfocar la relación sexual solamente a la penetración», corrobora Grimaltos. Un estudio realizado por la Universitat de les Illes Balears y la ONG de la red Jóvenes e Inclusión, publicado por theobjective.com, confirma que 3 de cada 4 jóvenes recurre a la pornografía como primer encuentro con la sexualidad. 


La necesidad de introducir una materia académica destinada a este campo es evidente, esta ha sido impulsada por partidos como Unidas Podemos, el cual defiende la necesaria formación tanto del profesorado como de los alumnos en materia sexual. El partido denuncia la limitación de la sexualidad a la etapa de la reproducción y la información exclusiva de prevención de riesgos. Aún así, esta posible decisión cuenta con diversas dificultades, especialmente políticas.


En primer lugar, se ha puesto en tela de juicio por la imposición, en algunas comunidades, del Pin Parental. Esta medida, planteada por la extrema derecha, permite a los padres de los alumnos decidir cuáles son los contenidos que podrán recibir sus hijos en las aulas, y cuáles no. Latorre explica que esto es una especie de adoctrinamiento: las aulas pasan a ser su plataforma política e ideológica, para seguir difundiendo el mensaje del partido Vox.


En segundo lugar, y como señala Carlos Naranjo, representante del Sindicato de Estudiantes de València, la necesidad de invertir en educación pública. Tras la crisis económica de 2008 la educación pública sufrió una serie de recortes que arrastra hasta hoy. «Invertir significa establecer los ratios adecuados entre profesores y estudiantes, en segundo lugar establecer equipos pedagógicos y psicológicos en cada centro para afrontar todas las dificultades de las familias», expresa. 


Desde el sindicato reconocen haber realizado reclamaciones a la Conselleria de Educación exigiendo la incorporación de una formación de este tipo. «Hemos reclamado la necesidad de una educación sexual, a la vez que en los mismos centros de estudio se incluya en la normativa la libertad de vestimenta de los estudiantes y el respeto hacia ellos», explica Naranjo. 


El estudio realizado por la UNESCO Emerging Evidence, Lessons and Practice in Comprehensive Sexuality Education - A Global Review 2015 concluye que la educación sexual es esencial para trabajar la igualdad de género y la etapa reproductiva, así como ayuda a reducir las enfermedades de transmisión sexual e influye positivamente en las conductas sexuales. La investigación demuestra que casi el 80 % de los países tienen políticas o estrategias que apoyan la educación sexual, pero que es necesaria su remodelación. 


La educación sexual es algo imprescindible «especialmente en un periodo tan importante en la formación de una persona como es la adolescencia», según explica la orientadora del IES Clot del Moro. También se reconoce en un artículo publicado en la página web Sexciencia.com, en el que se defienden los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos universales. Noa Toledo, psicóloga sanitaria y psicoterapeuta cognitiva - conductual, autora de este artículo, expresa lo siguiente: «Si queremos de verdad promover que las/os jóvenes tengan criterio a la hora de mantener o no relaciones sexuales, sólo puede hacerse mediante la educación». 



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