Recuerdo que recientemente, una noche en concreto, estaba viendo El Hormiguero. En dicho programa de televisión vi una entretenida tertulia entre Nuria Roca, Tamara Falcó, Pablo Motos, Cristina Pardo y Juan del Val que trataba sobre las vacunas del coronavirus. La protagonista de esa noche fue Tamara Falcó, ya que dejó bien claro que no piensa vacunarse ni con la AstraZeneca ni con la vacuna rusa (Sputnik). Afirmó que solo se vacunará de la «más segura», la Pfizer.
No recuerdo que ningún científico de laboratorio haya dicho alguna vez que la AstraZeneca y la Sputnik sean peligrosas. Es más, no entiendo el hecho de que la gente no quiera vacunarse para hacerse inmune al coronavirus, con todas las muertes que ha causado esta pandemia. Además, ¿qué nos hace pensar que una vacuna sea peligrosa si ha pasado todas las pruebas clínicas?
El hecho de asociar los trombos a la AstraZeneca es una forma de que la sociedad entre en pánico. No solo esta vacuna causa trombosis. Medicamentos como las pastillas anticonceptivas causan más trombos. Pero esto son solo efectos secundarios que afectan a una muy pequeña parte de la población.
Por un túnel de silencio ante los bulos, es lo que está pasando actualmente la sociedad. En estos momentos no me gustaría estar en la piel de Falcó o Miguel Bosé, ya que han sido los más criticados en las últimas semanas por cuestiones relacionadas con la vacunación. Por si fuera poco, tampoco son conscientes del daño que están haciendo a su “fama” y a sus seguidores.
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