Alzhéimer: cómo entender y cómo tratar con los que lo padecen

 

El alzhéimer es una enfermedad que afecta a aproximadamente 800.000 personas en España, según la página isanidad.com. Es la causa más común de la demencia, provocando todo tipo de problemáticas que van desde dificultades psicomotrices hasta pérdidas de memoria, de lenguaje… 


En la actualidad, existe una desinformación global por parte de la sociedad sobre este hecho: qué es lo que ocurre, cómo se sienten los enfermos, cómo se debe actuar... Por ello, y con motivo de esta conmemoración, hemos hablado con Carmen Pitarch, psicóloga clínica de la Asociación de Familiares de Personas con Enfermedad de Alzhéimer y Otras Demencias del Camp de Morvedre y Puzol (AFACAM).


   Podcast con Carmen Pitarch (AFACAM)


¿Cómo ponerse en la piel de una persona que sufre alzhéimer? 


Para llegar a comprender (o por lo menos, intentarlo) a una persona que padece esta enfermedad es necesario entender primero qué es lo que sucede en su mente. Según manifiesta Pitarch, se trata de una variación neuronal que altera el tejido cerebral. Aquí, se pierde la capacidad de transmitir la información entre neuronas, por lo que no se desarrollan adecuadamente los procesos mentales como el pensamiento o la memoria.


La psicóloga destaca que es muy difícil poder saber lo que ocurre en su mente en la totalidad del proceso, ya que este consiste en diversas fases. “Hay una etapa inicial que es muy cruel, cuando el enfermo se está dando cuenta de que le ocurre algo, pero no sabe el qué”. Después de esto, en las fases más avanzadas “no sabemos si no quieren o no pueden contestar”, expone Pitarch,  por lo que es complicado saber cómo se sienten.


“Al principio cuesta diagnosticar esta enfermedad, los síntomas son muy similares a los de una depresión”, asegura la especialista, por lo que “muchos pacientes del centro experimentan primero un tratamiento antidepresivo”, para así descartar este trastorno. “Es normal que sean síntomas parecidos: se dan cuenta de que les pasa algo, y eso ya es bastante para calentarte la cabeza y bajar tu estado de ánimo”.


Además, el alzhéimer se trata de una enfermedad vascular que depende del riego sanguíneo y su llegada al cerebro. Por eso, unos días los síntomas pueden percibirse más, y otros, los llamados “días lúcidos”, pueden percibirse menos. Así lo explica Pitarch. 


En una fase más avanzada, llega el “síndrome de la mochila”. Recibe este nombre ya que los pacientes se “cuelgan” de su familiar/cuidador, es decir, les siguen a todas partes. “Aunque se meta en el baño, el enfermo va a ir con él. ¿Por qué? Porque tienen miedo: se sienten desorientados e inseguros, el cuidador es su única referencia”, expresa la experta.



Entonces, ¿cómo debo tratar con una persona que padece alzhéimer? 


Como hemos comentado anteriormente, se trata de una enfermedad que depende del riego sanguíneo en el cerebro. Por ello, Pitarch recomienda que los pacientes realicen ejercicio: “que salgan a pasear, que sean activos socialmente… para que el riego circule como es debido”.


La psicóloga recalca que cada caso es especial, y que hay que aprender a tratar con este tipo de personas porque “por fuera ves a tu abuela, a tu padre… pero por dentro no son los mismos. No le puedes tratar como siempre lo has hecho”. Lo ideal es hablarles con frases cortas y sencillas para que no se pierdan en la explicación. “Hay que tener mucha mano izquierda y dar muchos rodeos para llegar donde quieres llegar”.


Cuando las fases avanzan, se busca que los enfermos tengan la mayor calidad de vida posible, según explica la especialista. “Si es necesaria alguna mentira piadosa para que se calme, no sufra… tenemos que velar por su seguridad y tranquilidad el tiempo que les queda. Muchas veces es una forma de paliar las conductas ansiosas o agresivas”


Cada paciente necesita unos requerimientos, pero todos coinciden en dos: “paciencia y amor”. “En definitiva, el cariño y el amor es lo que más funciona en la vida”, manifiesta. La experta añade que en la fase final se sienten muy perdidos e indefensos, por lo que esto es “lo primordial, más que comer y beber”. 


El alzhéimer: una enfermedad y dos enfermos 


La experta señala la importancia de “estar pendientes del cuidador principal”. Este es el que pasa la mayor parte del tiempo con el paciente (ya sea un profesional o un familiar). “Muchos intentan abarcarlo todo solos, y no buscan ayuda. Y se queman, es normal. Pero si tú no estás bien no eres capaz de cuidar a nadie”, alega.


“Por la cultura o la sociedad en la que vivimos, vemos egoísta dejar al paciente con otra persona un par de horas e ir a despejarnos, a pasear, tomar algo… esto no es egoísta, es salud mental”, expresa Pitarch. Esto es lo que le suele pasar a muchos familiares, por lo que la psicóloga recomienda que el paciente sea cuidado por un profesional externo a la familia. “Al ser de tu familia, existen unos lazos emocionales más profundos y sensibles. No digo que no les cojamos mucho cariño cuidándolos, obviamente lo hacemos, pero no es lo mismo. Estamos trabajando”.


La especialista expone un ejemplo: “Imagina que viajas en avión con tu hijo pequeño. La presión baja, y lanzan las mascarillas de oxígeno. ¿A quién le pones la mascarilla antes, al niño o a ti? Si se lo pones a él, estará bien, pero tú pierdes el conocimiento. En cambio, si tú te la pones antes (aunque parezca egoísta), tú no te quedas inconsciente porque tienes el suficiente oxígeno para acto seguido cuidar a esa persona que te necesita”.


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