Amelia Ortiz Gil: «La contaminación espacial es un problema gordo»

La astrónoma del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia nos cuenta sobre la exploración espacial, los planetas vecinos y el problema de la contaminación espacial

Amelia es Dra. en Ciencias Físicas por la Universidad de Valencia. Ha trabajado en campos tan variados como la astrometría de asteroides, los absorbentes Lyman alfa y los cúmulos de galaxias. Actualmente es miembro del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia con dedicación a la divulgación de la astronomía. Es Coordinadora Nacional de Divulgación de la Oficina de Dilvugación de la Astronomía (OAO) de la Unión Astronómica Internacional en España.

¿Qué nos aporta la exploración espacial?


La exploración espacial nos aporta muchos beneficios, algunos a corto plazo y otros a largo. Los ejemplos habituales que se usan son el desarrollo de la Wi-Fi. Existen unas necesidades en la astronomía que a veces todavía no han aparecido en la sociedad, cosa que hace que el trabajar en la exploración espacial y realizar estudios astronómicos pueda ayudar en el futuro a la vida en la Tierra de maneras que todavía no se nos han ocurrido. Por ejemplo, un caso paradigmático fue el estudio Venus. Se pensaba que este planeta era un sitio muy parecido a la Tierra, pero cuando se empezó a estudiar se vio que aquello era un infierno, ya que estaba a 500 grados de temperatura en la superficie a causa del efecto invernadero. En ese momento se estudió porque se estaba produciendo el efecto invernadero en Venus y eso dio pie a que se pensara: esto también lo tenemos en la Tierra, ¿estamos teniendo un nivel de efecto invernadero en nuestro planeta?  A partir de ahí se estudió y se empezó a ver todos los problemas que estamos teniendo con el calentamiento global. Esos son los beneficios que pueden aportar la carrera espacial y el estudio de la astronomía. 


Hay cosas que igual no tienen un rédito económico inmediato, por lo cual las empresas no se meten en esas cosas, pero sí tienen un interés para la astronomía. Hay agencias espaciales que sí están dispuestas a invertir en ello. Por ejemplo, se está trabajando mucho en el diseño de hábitats 3D a partir de materiales locales pensando en futuras bases en la Luna o en Marte. Eso mismo puede ser una técnica muy buena que puede ayudar a construir hábitats mejores para personas que viven en zonas remotas de la Tierra y que, actualmente, viven en malas condiciones. Puede ser que no haya una industria o empresa a la que le interese hacer eso porque va a perder dinero, pero en cambio una agencia espacial sí se lo puede permitir porque le va a dar uso para muchas más cosas. 


Se desarrolla mucha tecnología puntera. Todo lo relacionado con tecnología de comunicaciones por satélite está basado en la exploración espacial. Los propios satélites son fruto de la exploración espacial. Cuando se lanzó el primer satélite de Sputnik al espacio no se pensaba que podría servir para que nosotros nos comunicáramos por teléfono hoy en día, pero ahí estamos. Nos moriríamos de desesperación —entre risas—. Nos enfadamos enseguida que falla un poco el satélite o hay un problema y se nos cae Twitter. 


¿Cómo afecta esto a la industria?


Un ejemplo muy bueno es cómo funciona la ESA. La Agencia Espacial Europea se financia a través de la cuota que pagan los países miembros. La NASA se financia solo del presupuesto interior de USA. La ESA se financia con lo que pagan los estados miembros y, a cambio, la agencia se compromete a invertir ese dinero en el país, ese capital tiene que retornar al país en forma de contratos para la industria. Esto ayuda al desarrollo del sector y también a que las industrias de los países que forman parte de la ESA tengan trabajos y proyectos en la frontera de las nuevas tecnologías. 


¿Exploramos para ser encontrados o en búsqueda de conocimiento?


Exploramos principalmente para buscar conocimiento. De momento no sabemos si hay alguien por ahí que nos pueda encontrar. Es una parte muy muy muy pequeña de todos los proyectos que hay actualmente. De hecho, los proyectos que hay de búsqueda de civilizaciones en extraterrestres a través de búsquedas en radio tienen una contribución muy importante a estudios científicos que no tienen nada que ver en particular con la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Es algo muy pequeño actualmente en la ciencia. 


¿Cuál es la diferencia entre Venus, Tierra y Marte y qué nos puede aportar conocer los planetas vecinos?


Venus es muy parecido a la Tierra, es el único del sistema solar con un tamaño similar a nuestro planeta y tiene una atmósfera considerable, muy densa. En cuanto a tamaño se considera un hermano gemelo a la Tierra. Pero hay un problema. Venus sufre un efecto invernadero desbocado. Se ve como un ejemplo de lo que podría suceder en la Tierra si no tenemos un poco de cuidado. Venus es un sitio muy insólito, a 500 grados de temperatura, 90 veces la presión atmosférica de la Tierra, llueve ácido sulfúrico, etc. 


Por eso también se mira más hacia Marte. Este planeta tiene un clima más benigno, pese a que tiene otros problemas. Tiene muy poca atmósfera y la que hay está compuesta de dióxido de carbono, no se podría respirar directamente. Al principio de la evolución del sistema solar posiblemente los tres planetas compartían condiciones similares para ser habitables. Algo ocurrió en Venus que se calentó enormemente. En Marte su tamaño hizo que perdiera atmósfera y con ello la desaparición y/o congelación del agua. Ahora mismo no parece que sea habitable pero quizás lo fue en un principio. Si podemos encontrar indicios de que la vida apareció en Marte al mismo tiempo que en la Tierra, esto nos podría dar pistas sobre el origen de la vida. Si encontramos ahora mismo microbios en el subsuelo de Marte nos ayudaría mucho a conocer cómo apareció la vida en la Tierra y a poder identificar biomarcadores en otros planetas del Sistema Solar o fuera de él.


La consecuencia directa del estudio de Venus ha dado como resultado el saber que corremos un serio peligro si no tenemos cuidado en la Tierra. 


Fuente: European Space Agency, ESA


¿Cómo afecta la contaminación espacial?


Es un problema gordo. La constelación de satélites refleja mucho la luz solar, entonces las observaciones de telescopios, aunque normalmente tienen campos de observación muy pequeños, se ven dificultades. Además, esto es solo el principio. Una solución que se daba era pintar de nergo los satélites para que no reflejaran la luz solar, puede ser una solución, pero no parece que sea suficiente. Además, tenemos el problema de la basura espacial. Se está intentando quitar de órbita los satélites que ya no están funcionando porque se acumula mucha chatarra y, al mismo tiempo, estamos lanzando miles y miles satélites nuevos. Hay un problema en legislación, ¿cuáles son los derechos de una empresa privada en Marte?, ¿puede llegar y ponerse a construir lo que quiera? El campo de la legislación espacial está en pleno desarrollo. 


Fuente: Stuart Gray  


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