El regreso más esperado

 

Marc Márquez (Honda) rompió a llorar de emoción al concluir, ayer, el GP de Portugal. /

ALEJANDRO CERESUELA

Nueve meses después de su última carrera en Jerez, Marc Márquez, piloto de MotoGP, volvía al campeonato mundial corriendo el Gran Premio de Portugal. Tras la grave caída que sufrió el año pasado y las tres operaciones por las que tuvo que pasar para intentar recuperarse poco a poco, su vuelta era la más esperada y todos, tanto contrincantes y compañeros como aficionados, estaban expectantes a lo que podía ocurrir en su reaparición.

Marc Márquez es un piloto de motociclismo español, de Cervera, de 28 años. Actualmente, compite en MotoGP, en el equipo de Repsol Honda, y ha ganado ocho títulos del Campeonato del Mundo de Motociclismo en tres categorías diferentes: 125cc, Moto2 y seis veces en MotoGP.

El piloto consiguió el visto bueno de su equipo médico para regresar a los circuitos y tras anunciar su regreso se convirtió en el verdadero protagonista de aquel fin de semana, pues desde hace ya varios años se ha convertido en uno de los mejores pilotos del motociclismo deportivo y todo el mundo ansiaba ver si después de todo este tiempo lograría sorprender ganando la carrera, todo eran incógnitas. Sin embargo, a pesar de que las apuestas estaban entre que conseguiría la victoria y entre que no sería capaz de acabar la carrera a causa de sus secuelas, acabó séptimo pudiendo completar la carrera de principio a fin y no pudo evitar emocionarse orgulloso de lo que había conseguido.

Después del accidente y de su lenta recuperación, el resultado que obtuvo es normal y positivo. Pues desde que todo ocurrió él no había vuelto a subirse en una moto y, además, el incidente fue tan peligroso que es comprensible que a día de hoy Márquez reconozca tener un poco de miedo y respeto a su profesión. Desde sus inicios ha mostrado siempre ser un piloto valiente que salía a la pista a disfrutar como si se tratase de un juego, pero ahora siendo adulto se ha dado cuenta que hay límites que son mejor no traspasar por su bien y el de su salud.

El piloto español necesita tiempo para volver a encontrarse e intentar ser quien era antes de su caída. Durante todo este tiempo ha demostrado el potencial que posee y lo bueno que es, por ello, será un proceso pausado, pero no imposible y sus aficionados y la gente que le rodean deben comprenderlo y apoyarle sin presión ni tensiones. No obstante, es indudable que hay un antes y un después en Marc Márquez, pues tal vez ya nada vuelva a ser igual.